Últimamente y tal vez con motivo de la pandemia de la COVID19 a muchas personas se les plantea la duda de como hacer los cursos si las empresas que se dedican a este tipo de acciones formativas están cerradas. Es cierto que durante el confinamiento no se pudieron hacer clases presenciales y se aceptaron los cursos a distancia u on line, pero ahora es el momento de completarlos con las sesiones de prácticas obligatorias para este tipo de aprendizajes.
En la mayoría de los centros de formación y además así debería ser en todas, nos hemos impuesto una serie de medidas para cuidar la seguridad de los alumnos:
1.- La teoría se seguirá haciendo a distancia, aunque la evaluación se realizará durante el periodo de prácticas para que el instructor garantize que la persona que la hace es la misma que lo está cursando.
2.- Grupos reducidos de menos de 10 personas (8 son los que yo permito) para poder mantener la distancia de 2 metros entre alumnos.
3.- Gel hidroalcohólico a disposición de los alumnos para aplicarse antes y después de subirse a las máquinas.
4.- Servicios dotados de agua y jabón así como de toallas de papel de un sólo uso para el secado de manos.
5.- Por supuesto, el uso de mascarilla será obligatorio durante toda la celebración del curso práctico.
6.- No se podrán utilizar mascarillas con válvula, ya que solo protegen al que la usa de contagiarse, pero no a las personas que están a su alrededor de ser contagiadas por este.
7.- Evitar las aglomeraciones en los momentos de registro o entrega de documentación.
8.- Suprimir los chalecos reflectantes en los alumnos, con el fin de ser reutilizados mientras dure esta nueva normalidad.
Lo importante es que la situación actual no nos haga bajar la guardia, los carretilleros deben seguir formándose en materia de seguridad, es la única forma de evitar futuros accidentes de trabajo, ya hemos perdido demasiadas personas.